La Tecnología Médica es la ciencia que establece a través del análisis clínico los cambios químicos, físicos, metabólicos e inmunológicos que ocurren en el cuerpo humano, además de manejar la recolección, procesamiento y conservación de la sangre y sus componentes para que puedan ser utilizados.

Por lo tanto, una de las funciones principales de un tecnólogo médico es evaluar muestras de sangre, tejidos y fluidos corporales. Asimismo, este profesional de la salud es responsable de operar los equipos utilizados para analizar las pruebas realizadas y asegurarse de que se realicen correctamente, calibrar, controlar y supervisar los equipos y solo emitir informes o resultados de alta calidad en beneficios de los pacientes.

La intervención del profesional de la Tecnología Médica involucra todos los niveles de atención y prevención, ya que se requiere de la realización de pruebas de tamizaje según los programas de salud pública tales como control prenatal, crecimiento y desarrollo de niños, programa de adolescentes, programa de adulto y adulto mayor, entre otros. Además, el laboratorio clínico es esencial como soporte de apoyo al diagnóstico y seguimiento al tratamiento en urgencias, personas hospitalizadas y control de enfermedades crónicas.

El rol del tecnólogo médico es fundamental en la vigilancia epidemiológica ya que son los responsables de analizar muestras con el objetivo de realizar alertas tempranas de la presencia de microorganismos en la población que son capaces de producir eventos epidémicos y pandémicos.

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